Todo ha sido un sueño: el origen de Origen y la construcción del mind-game film definitivo.

Resumen

En 2010, la película Origen, de Christopher Nolan, se convirtió en la cuarta película más taquillera del año a nivel mundial y todo un fenómeno que encendió intensos debates entre el público y la crítica alrededor de la originalidad y complejidad de sus planteamientos. La cinta de Nolan, que narraba el golpe perfecto de un sofisticado grupo de ladrones que actúan dentro de los sueños —infiltrando así una trama de heist film dentro en un contexto onírico y mental—, se convertía en la expresión última y perfecta ilustración de la terminología mind-game film, acuñada por Thomas Elsaesser y cuyas bases eran puestas a prueba en una trama que transcurría en distintos niveles mentales. El propósito de este artículo es desentrañar en qué manera el film de Nolan se ajusta u obliga a revisar las tesis defendidas por Elsaesser, y al mismo tiempo acometer las fuentes de las que bebe un proyecto cuya genealogía nos lleva al Paprika de Yasutaka Tsutsui y su adaptación cinematográfica de la mano de Satoshi Kon, o a las narrativas laberínticas y dislocadas de Jorge Luis Borges.