La tecnología 3D como herramienta para explorar los escenarios arquitectónicos contemporáneos

Resumen

La arquitectura en el cine ha sido un tema recurrentemente estudiado; no así el cine de arquitectura. La industria cinematográfica, como si de un actor más se tratase, ha utilizado los edificios relevantes de cada época como escenarios para su beneficio, abusando de ellos al no llegar a mostrar la esencia de los edificios filmados. Pero el cine de arquitectura, a través de la no ficción contemporánea, ha conseguido cuestionarse la verdad de la realidad arquitectónica. El film If the Buildings Could Talk (Wim Wenders, 2010) documenta la obra Rolex Learning Center de los arquitectos Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (SANAA), transmitiendo la sensación de la vida de la arquitectura, haciendo que el edificio se aprecie como un actor más, insinuando que respira, siente, habla y, en definitiva, experimenta el espacio continuo y serpenteante de los japoneses. El resultado es una pieza de doce minutos, sin principio ni fin, rodada con tecnología 3D; una lírica, poética e íntima pieza relatada (casi susurrada) por una sensual voz femenina, que encarna al propio edificio. A través de su objetivo, Wenders cambia la manera de percibir la arquitectura, como hizo la fotografía con la arquitectura moderna en la primera mitad del siglo pasado.