La casa maldita y la escena primaria.

Resumen

El tema de la casa maldita, como lugar del horror que oculta terribles secretos y donde se perpetran sangrientos asesinatos y se desarrollan fenómenos paranormales, es un tópico tan extendido en el fantástico que se ha convertido en un subgénero del cine de terror; que a la vez se relaciona con la otredad femenina. El hecho de que la casa se erija como símbolo del cuerpo de la mujer se recoge en los textos de Freud, Bachelard o en los del filósofo Peter Sloterdijk, ya que el vientre materno es el primer refugio antes de ser lanzados al mundo. La construcción se convierte así en el espacio privilegiado donde se desarrolla el drama de la diferencia sexual, locus de la escena primaria, ya sea a través de peligrosas entradas de acceso a metafóricos paisajes intrauterinos o por medio de la representación simbólica de extraños partos. Las películas sobre la casa maldita abundan en descripciones anatómicas de los edificios, verdaderos espacios metafísicos donde los elementos antropomórficos y orgánicos –como la sangre que anega los pasillos o gotea de las grietas dibujadas en las paredes– contribuyen a construir la prosopopeya. Teniendo en cuenta la gran producción existente, hemos seleccionado ejemplos fílmicos paradigmáticos del tema que nos ocupa, siguiendo un recorrido histórico-temático, desde la década de los veinte hasta la actualidad, y tratando de cuestiones como la relación entre casa y tumba, la madre muerta y los fantasmas femeninos, las moradas de terribles diosas mitológicas, el hotel maldito, los renacimientos de la Nueva Carne y el fantástico oriental.